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Ya les comenté algunas veces que en el equipo donde trabajo estamos utilizando Scrum para la gestión de proyectos. Casi después de un año de trabajar con la mayoría de las prácticas que Scrum propone, puedo decir que recién hace unos días me di cuenta del valor de las iteraciones incrementales y por ende del ROI dentro de los proyectos ágiles. Ahora leo un post en mi reader que trata sobre como "la vergüenza de la gente hace funcionar Scrum" y me dejó pensando mucho. 

Al comienzo, cuando comenzamos implementando Scrum hace mas de un año, empecé a sentir exactamente ese pensamiento: que Scrum funcionaba (o por lo menos para nosotros comenzaba a funcionar) por la vergüenza pública que a la gente le suponía no entregar el producto de software, por la vergüenza pública que a la gente le suponía no cumplir los compromisos asumidos en la reunión de planificación, y por la vergüenza pública que a la gente le da el no entregar un producto con la calidad comprometida en la definición de terminado.

Estaba seguro que el hecho de mostrar los resultados en cada fin de Sprint, hacía que las personas sientan lo mencionado y se hicieran responsables sobre su trabajo. "Yo preciso entregar lo que prometí, no puedo mostrar mi incapacidad de entregar un incremento de software sin la calidad comprometida". En ese momento me pasaba por la cabeza que la vergüenza, la separación clara de papeles, de dejar claro quien tiene la responsabilidad sobre la vergüenza, forzaba a las personas hacer funcionar las cosas.

Y bueno, como muchas cosas que a uno le pasan con el tiempo, y como me pasó con el ROI y con el factor de foco -esto último dará para algún otro post-, ahora lo comienzo a ver diferente.

Barry Schwartz habla sobre la perdida de sabiduría, de cómo creamos reglas e incentivos que fracasan. Barry apela por nuestras virtudes, para nuestra sabiduría práctica y alerta: "las reglas y procedimientos previenen desastres, y cuidado que lo hacen sustituyéndolos por la mediocridad". Nuestra percepción, la mayor parte del tiempo, es que precisamos de reglas para impedir que las personas idiotas cometan errores idiotas, pero es una ilusión creer que existe alguna regla que prevenga de las idioteces. El lado escondido de la moneda es que las reglas a menudo son barreras para la sabiduría y el pensamiento práctico. Es difícil, o hasta casi imposible, crear un ambiente a prueba de idiotas porque ellos ejercitan su idiotez casi a tiempo completo. Y en contraposición, para muchos de nosotros, también es difícil crear ambientes donde la mayoría de las personas puedan ejercitar su sabiduría.

Saliendo un poco de lo que dice Barry y volviendo a verlo con respecto a la agilidad, a Scrum, me voy dando cuenta despues de un tiempo -bueno, algunos saben que no soy muy rápido de mente...- que la agilidad requiere una forma diferente de pensar. No podemos considerar a Scrum como un conjunto de prácticas y reglas a seguir, sino como guías, valores y principios. No podemos pensar en vergüenza por el no cumplimiento de las reglas. La Agilidad no trata sobre reglas, mucho menos trata sobre quien debe pasar vergüenza por un error. La agilidad trata sobre valores y principios, y es casi obvio si lo pensamos más detenidamente y leemos el manifesto. Las personas se motivan mucho más por sus valores que por sus vergüenzas. Las personas luchan por sus valores y sus principios en muchos ámbitos de su vida, y la verdad que ví poca gente que luche con la misma tenacidad por sus vergüenzas o reglas. Las personas piensan y se involucran por sus principios; las reglas, en general, son seguidas ciegamente y sólo luchamos por ellas cuando vemos que es la única manera que encontramos para expresar nuestros principios.

Quiero cambiar el pensamiento que me trajo hasta hoy pensando que las personas debían pasar vergüenza. Quiero olvidarme de eso.

A veces para construir hay que destruir y hoy quiero destruir ese pensamiento, y pensar con mente de principiante y comprender que Scrum funciona por causa de sus valores. Los valores y principios están por encima de las reglas y las órdenes.

También se que las personas son diferentes, que algunas se motivan con algunos temas o otras con otros completamente diferentes, ahora no quiero elegir pensar que hay personas que se motivan con la vergüenza.
Nos enseñan a que los errores son malos, es un problema cultural, y nosotros podemos cambiarlo si queremos porque nosotros formamos esa cultura -en nuestras casas, con nuestros amigos, con nuestros compañeros de trabajo. Si realmente queremos conseguir el éxito, pasar la media, tenemos que apelar a las virtudes de las personas.

El problema de las reglas es que necesitan ser aplicadas a todos: tanto a los idiotas como a los brillantes. Y ¿qué se gana al fin de cuentas? Barry nos da una muy buena respuesta: mediocridad. Quizás podamos empezar a pensar diferente, tratando los casos de idiotez en forma isolada en cambio de hacer de la mediocridad una regla.

Podemos decir como conclusión lo contrario del título, ¿Qué es lo que hace a Scrum NO funcionar?: personas sin principios y valores, o con principios y valores errados, o personas muy poco motivadas a realizar algo bueno en su trabajo.

Te invito a pensarlo, a elegir cómo te gustaría que te motiven a vos y como te gustaría motivar a las personas que tenés alrededor tuyo. ¿Por los valores y principios o por la vergüenza y las reglas?

Inspiración.

"Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana e intercambiamos las manzanas, entonces tanto tú como yo seguiremos teniendo una manzana cada uno. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea, e intercambiamos las ideas, entonces ambos tendremos dos ideas"

Bernard Shaw