El presentador desnudo es un concepto al momento de encarar presentaciones ante audiencias. Phil Waknell, un coach de presentadores, comparte 4 consejos sobre cómo dar una presentación efectiva usando el concepto del "presentador desnudo", a través de una interesante analogía con un samurai que se va quitando su armadura y baja las armas.

¿En qué consiste la presentación al desnudo?

Un samurai va a la batalla armado con una espada y usando una armadura. Pelear "al desnudo" sería el combate mano-a-mano, sin protección.

La presentación al desnudo trata sobre quitarnos la armadura, bajar la espada y el escudo, y encarar a la audiencia "cara a cara", tal como somos. Trata sobre quitar cualquier cosa que sólo sea de beneficio para el presentador, y no para la audiencia. Trata sobre ser auténticos, ser genuinos: ser nosotros mismos.

#1: Quitar las barreras

Necesitamos formar una conexión con la audiencia. Es dificil conectar con alguien cuando nos mantenemos a la distancia, detrás de alguna barrera. Por ejemplo, no nos paremos detrás de un atril o un escritorio. Esto sólo acentúa la sensación de "yo estoy acá arriba, y ustedes allá abajo". Lo que queremos hacer es comunicar con la audiencia, y no solo hablarle a la audiencia. Tenemos que acercarnos al público. Otro consejo útil: de ser posible, caminemos entre la audiencia mientras hablamos.

#2: Bajar las armas

Un guerrero trata de ganar pegándole a su oponente, bien fuerte. De manera similar, muchos presentadores "golpean" a la audiencia con una lluvia de hechos hasta que se someten a su punto de vista.

En la presentación al desnudo dejamos las armas de lado para darnos cuenta que nuestro objetivo no es persuadir a otras personas que estamos en lo cierto y ellas están equivocadas. Esto sería sólo un logro temporal. Claro, resulta facil bombardear a la audiencia con un sinfin de hechos, pero no es efectivo - y si nuestro objetivo no es comunicar de manera efectiva, entonces directamente no deberíamos estar dando una presentación.

Debemos empezar por lo que la audiencia sabe, y no por lo que nosotros sabemos. Si queremos cambiar a la audiencia, primero debemos ayudarlos a darse cuenta que necesitan cambiar su forma de pensar. Tiene que ser su propio proceso de razonamiento el que inicie el cambio. Conectemos con la audiencia, mostremos un nuevo rumbo, y ayudemos a explorarlo.

#3: Quitarse la armadura

Quizás la parte más dificil de presentar al desnudo es quitarnos la armadura - las cosas que nos dan comfort y protección. Lo primero a quitarse es la tendencia a mirar las notas de nuestras diapositivas. Debemos preparanos con anticipación de manera que nunca tengamos que mirar a la proyección. De igual manera, las diapositivas (si es que necesitamos) deberían estar despojadas de cualquier cosa innecesaria. Deben ser simples y claras, y relevantes al mensaje.

La próxima armadura a quitarnos es nuestra agenda, ese comfort de saber qué viene luego. Como un sabio samurai que cambia su plan en el campo de batalla cuando el plan original no resulta, un presentador necesita ser flexible para adaptarse a la situación y a la audiencia.

Debemos despojarnos de cualquier idea de importancia personal. No estamos presentado porque nosotros somos importantes, sino porque la audiencia es importante. Es dificil generar una conexión si nos ubicamos arriba de un pedestal, de manera literal o figurada. Una presentación es para comunicar, no para impresionar a nadie.

#4: Relajarse

Por último, debemos relajarnos y olvidarnos de nosotros mismos. No estamos ahí parados por nosotros, sino por la audiencia. Como presentadores, no tenemos ninguna otra meta ni interés que no sea comunicar el mensaje de manera efectiva. No debemos preocuparnos por si a las personas les gustará nuestro estilo. Solo debemos ser nosotros mismos, ser auténticos, e preocuparnos genuinamente por la audiencia. Y confiar que el resto de las cosas van a salir bien por su cuenta. Así va a ser.

Extracto traducido de The naked presenter, de Garr Reynolds.

Inspiración.

"Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana e intercambiamos las manzanas, entonces tanto tú como yo seguiremos teniendo una manzana cada uno. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea, e intercambiamos las ideas, entonces ambos tendremos dos ideas"

Bernard Shaw